22 de Agosto de 2015
Estar en el lugar adecuado, en el momento preciso con la concentración puesta por completo en las orejas, los ojos y las manos. Escuchar, tocar y seguir. Preguntar lo justo. Mirar. Mirar de frente y luego de lado cuando una asume que si sigue mirando de frente van a aparecer más signos de humanidad de los permitidos entre esas cuatro paredes.
Las consultas sagradas son sagradas, y punto. Se reconocen fácilmente tras terminar la conversación y cerrar la puerta. El corazón late diferente, el cuerpo se ensancha, y una sensación de hormigueo recorre el cuerpo.
Lo vivido en ese espacio de tiempo, por más que se explique, sólo puede ser entendido por las dos únicas personas del mundo que formaron parte de ella en un único momento determinado. Y ser una de esas personas vale más que cualquier oro del Perú.
Merece la pena estar ahí, las infinitas horas de consulta o de guardia que hagan falta si uno sabe que la próxima consulta sagrada está acechándonos, y que en cualquier momento va a volver a aparecer…
Que “la inspiración existe, pero tiene que pillarte trabajando” ya lo dijo Picasso. Que todas las consultas tienen parte de sagradas por lo que implica sacar los miedos al sol, lo valoramos, y que eso haga que cada consulta deba ser mimada y estudiada, lo sabemos. Que hay preguntas que hay que hacer y a quién mejor que a tu médica o médico lo vivimos. Que hay momentos claves en la vida de las personas que marcan quiebros en su camino y necesitan salvar sus dudas, lo escuchamos y acompañamos. Que hay situaciones en las que tomar decisiones que afectan a tu salud no es fácil y necesitas que tu médico o médica te aclare las ideas, te entienda y no te enjuicie, lo sentimos en cada poro de la piel. Que hay consultas para pedir perdón y para perdonar, consultas para compartir miedos y soledades, otras para tomar tensiones y sentirte cuidado por alguien, consultas para aliviar dolores de músculos y del alma, lo vivimos a diario. Lo disfrutamos en tanto y cuanto somos aquella persona en la que el paciente confía sus miedos, lo vemos en todas las edades y circunstancias, nos hace sentir vértigo por la dimensión de las consecuencias de nuestros gestos y palabras. Hay consultas para todas y todo.
… y hay algunas realmente sagradas, las que nos hacen vibrar, las que nos hacen estar siempre atentas para que no se escapen, las que hacen que pares el reloj, las que nos hacen temblar por dentro… y es que… “las consultas sagradas existen, pero tienen que pillarte trabajando”.
Blanca Valls Pérez. Residente de MFyC en CS Albayzín. Granada
Bibliografía:
– Gervas J, Perez M, Gutiérrez B. Consultas sagradas: serenidad en el apresuramiento. Atención Primaria. 2009; 41(1): 41-44.
– Gérvas J. Torcer el cuello, mirar a los ojos. Jano. 2007; 1675:52-4 En:http://mail.fac.org.ar/pipermail/cardtran/2008-January/001074.html
Artículos y entradas relacionadas:
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Ruiz-Moral R et al. ¿Bienvenido y hasta luego u hola y adiós?: conductas comunicativas de los médicos residentes en los momentos iniciales y finales de las consultas. Atención Primaria. 2005;36(10):537-43.
«Lo más destacable de nuestro estudio es que en más de la mitad de las consultas el residente redirige el enfoque de la entrevista antes de que el paciente hubiese completado su comentario inicial, reorientando el tipo de información a la que se da prioridad. Cuando se producen estas interrupciones los pacientes traían con más frecuencia nuevos problemas en el momento de la despedida. Cabría pensar que la causa probable de esta conducta interruptiva pueda ser la presión del tiempo; sin embargo, es interesante resaltar que está demostrado que permitir que los pacientes puedan completar sus monólogos ocupa poco tiempo y que una vez que se produce la redirección, generalmente el paciente no completa ya su descripción, las consecuencias de esto incluyen la pérdida de oportunidades para obtener potencial información importante, que el paciente más adelante traiga nuevas preocupaciones y, como muestran ahora nuestros resultados, las interrupciones tempranas tampoco ahorran tiempo global de consulta ya que favorecen que los cierres sean disfuncionales y más prolongados al traer nuevos problemas los pacientes en estos momentos.»
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http://gerentedemediado.blogspot.com.es/2014/06/frankestein-en-la-consulta.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+ElGerenteDeMediado+%28El+Gerente+De+Mediado%29
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http://pasionporlamedicinadefamilia.blogspot.com.es/2013/09/momentos-sagrados-en-la-consulta.html
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Serrano E. La historia de Lola: del otro lado de la mesa a la pequeña pantalla. AMFjoven. 2013;2(2):6. En: http://joven.amf-semfyc.com/web/article_ver.php?id=231
Excelente resumen y comentario, Blanca. Y sí, las consultas sagradas existen, tienen que pillarte trabajando…y preparado. Se puede aprender sobre el manejo de esas situaciones, que nos rompen. En todo ello cabe investigación y formación, campos abiertos para mejorar la atención.
El Seminario de Innovación, en Bilbao,febrero 2016, será sobre esto
http://equipocesca.org/pacientes-que-lloran-y-otras-consultas-sagradas-seminario-de-innovacion-en-atencion-primaria-no-31-bilbao-12-y-13-de-febrero-de-2016/
En fin.
Un saludo
Juan Gérvas
Magnífico prontuario… y no sólo para consultas médicas.
Excelente texto sobre un tema que merece ser visibilizado.
Excelente visión humanitaria de la consulta sagrada ( me recuerda a la visita de los médicos de hace muchos años ), desgraciadamente cada vez con menos frecuencia por el sitema sanitario que prima los números y la gestión administrativa de la consulta y también el parte por el paciente que busca soluciones rápidas a través del especialista / analíticas …..
Felicitaciones
Muy bueno
Lo comparto en Chile en Blog de Comite Abogacia por la Medicina Familiar