MI DOCTORA «ME QUIERE LLEVAR AL HUERTO»…

 Huertos Urbanos

 – Buenos días Petra, ¿qué tal está?- Ella entra cabizbaja y da la mano muy frágilmente,  primer contacto visual  y físico que se da a la entrada de la consulta, casi mágico, sagrado…

   – ¡Ay, doctora! te tengo que comentar… perdona que te tutee, ¡es que te veo tan jovencita que podrías ser mi nieta! Vengo a por las medicinas de Pepe, que cada vez está peor de la cabeza y la enfermera que acude a casa dice que esas úlceras de estar en la silla de ruedas no terminan de mejorar… -solloza- Además, mi hija se ha mudado a nuestra casa porque  les desahuciaron tras quedarse en paro y ya le han dicho que tiene depresión por lo que no sale de casa, y los nietecitos, son muy ricos pero dan mucho trabajo a mi edad… para colmo a uno de ello, el pequeño, le han dicho que tiene lo de la hiperactividad esa…

   – Entiendo como se debe estar sintiendo con todo esto Petra, recuerde eso que siempre le digo que para poder cuidar a los demás debe cuidarse usted la primera… ¿cómo se ha sentido estos días?

   – Pues hija, yo estoy con las rodillas que no me sujetan, cada vez me ahogo más con lo del asma y noto que he engordado (ahora compro casi todo comida precocinada  porque  cerraron el mercado del barrio de toda la vida), me ha dicho la enfermera que tengo la tensión y el azúcar un poco descontrolada y, por si no fuera bastante, mi amiga Carmen de toda la vida, ha fallecido con esta ola de calor que hizo en Julio en Madrid. No puedo más doctora, ¿no tendrá alguna pastilla para “lo mío”?

   – Querida Petra, ya me ha comentado mi compañera enfermera lo de su tensión y el azúcar y ya le adelanto que hoy no vamos a iniciar ninguna medicación nueva para ello, es más, voy a proponerle algo mucho más natural y que, en la medida de lo posible, pueda hacer con la familia fomentando la actividad física y la salud mental de todos ellos mientras pasan un buen rato.

[Inciso para los/las dudosos/as de que la perspectiva comunitaria pueda dejar de lado la perspectiva más  meramente clínica con rigor científico. Petra en medicino: Mujer de 76 años,  hipertensa, TA  hoy en la consulta: 138/83 (las dos primeras salieron más elevadas porque Petra estaba llorando en la consulta, tiene MAPA realizada), diabética en tto. con metformina  (última Hb glic. 7’2%), obesa (IMC 31), asmática, osteosporosis y gonartrosis. Tratamiento (prescrito por principio activo): el estrictamente necesario para su patología crónica, asegurando la ausencia de interacciones entre ellos, las contraindicadas en pacientes mayores y previniendo la polimedicación (1).]


Como consejo clínico, y siguiendo estrictamente los protocolos de actuación, a nuestra paciente habría que recomendarle los famosos “cambios en el estilo de vida” y “control de factores de riesgo”, sin embargo, y yendo un poco a las “causas de las causas”(2), se sugiere un abordaje más comunitario y familiar.  Dando por supuesto que no existen recetas mágicas y que realmente “cada paciente es un mundo”, se decide realizar una prescripción social (3) (aunque ésta no se encuentre aún oficialmente instaurada en la Comunidad de Madrid (4)) al huerto comunitario, vecinal y ecológico del barrio.

En el  barrio de Villaverde, al sur de Madrid, han crecido pequeñas experiencias de huertos comunitarios (Huertos de “El Cruce” y “Ladislao Martinez (5)”) donde se están realizando actividades tales como paseitos saludables al huerto desde el centro de salud y la residencia de ancianos, talleres “Master Chef” para fomentar la alimentación sana entre los más peques, taller de señalización con personas con movilidad reducida (6), aprendizaje sobre astronomía la noche de lluvia de estrellas, talleres semanales de agricultura ecológica, talleres con niños/as que (con mayor o menor acierto) han sido diagnosticados de hiperactividad, encuentros entre personas de cualquier edad y sus mascotas, talleres intergeneracionales, etc.

Huertos Urbanos

“Ladislao Martinez” situado en el distrito de Villaverde, Madrid.

Este es un pequeño ejemplo de experiencias de agricultura urbana y salud que se están llevando a cabo  en distintos lugares a nivel mundial (más de 800 millones de actividades  de agricultura urbana según la FAO (7)). En un mundo donde el número de habitantes en entornos urbanos actualmente es de algo más de 3.500 millones de personas, es decir, un 52% de la población mundial (8).

Un entorno urbano que obviamente repercute en nuestra salud a través de cambios sociales que fomentan comportamientos alimenticios no saludables y el sedentarismo, como los que nos comentaba la paciente, predisponiendo a obesidad, hipertensión arterial y DMII entre otros (9). El entorno físico del medio urbano supone además  un enorme impacto ambiental  con mayores niveles de contaminación que aumentan patología respiratoria y alérgica (10).

Huertos Urbanos

«El Cruce» situado en el distrito de Villaverde, Madrid.

Este mismo patrón ascendente siguen las enfermedades y trastornos mentales como la depresión, el estrés (11) o el aislamiento social sufrido por un importante número de personas mayores, lo que supone un importante factor de riesgo para desarrollar otros trastornos o patologías (12). Además ahora en nuestro país a raíz de la crisis económica, los pensionistas han pasado a ser el gran “bote salvavidas” de las familias españolas y 1 de cada 5 ha dejado de usar recursos sociales como los centros de mayores para ayudar económicamente a su familia (13).

carta-ottawa-1986Frente a todo ello, y desde la atención primaria, debería fomentarse la existencia de un ecosistema estable como prerrequisito para la promoción de la salud,  como bien indicaba ya la Carta de Ottawa de 1986 (14).

Los huerto comunitarios urbanos pretenden recuperar humanidad en la urbe y servir de espacios de convivencia y con dimensión relacional que integren la vida, el ocio, el trabajo y la producción.

Vivimos en un sistema complejo no aislado ni independiente, los huertos comunitarios son una herramienta que nos ayudan a ser conscientes de que la interdependencia ecodependiente es un rasgo inherente a todo lo vivo y promocionan el vínculo (persona-persona, persona-naturaleza).

En algunos estudios realizados en huertos comunitarios (15), se objetiva que éstos mejoran los hábitos alimentarios (16) con un mayor acceso a verduras y frutas ecológicas. Producen además un incremento de la actividad física (17) desarrollando a la vez tanto actividades motoras finas (como cortar flores) como actividades motoras gruesas (como cavar) (18). Fomentan el bienestar psicológico (19), disminuyendo consecuentemente el estrés, mejorando  la percepción de salud (20,21,22), a la par que aumentan el  desarrollo de redes sociales (23,24).

Fuente: Mejías Moreno, Ana Isabel. Contribución de los huertos urbanos a la salud. Hábitat y Sociedad, 2013, nº 6, p. 85-103.

Como promotores de salud, deberíamos utilizar todos los recursos que se encuentren a nuestro alcance que ayuden a fomentar la salud de nuestra población. Los huertos comunitarios son un mero ejemplo de cómo fomentar entornos y estilos de vida más saludables con alternativas que no siempre pasen por la medicalización de la vida sino que promuevan el bien común y la resiliencia (25).  La teoría del decrecimiento (26,27,28) y el diseño permacultural (29,30) pueden ayudarnos en este camino. Por supuesto, que los centros de salud dejan de esta manera de ser el único “centro” de la salud pasando a un segundo plano y sirviendo como apoyo a de las actividades comunitarias que surjan desde abajo y como vía de derivación no solo a especialistas médicos sino a recursos sociales y vecinales que tanto pueden ayudar a la calidad de vida de población.  Pequeñas intervenciones pueden sanar el conjunto de un cuerpo como se dice en acupuntura o, como bien decía Eduardo Galeano “Mucha gente pequeña en pequeños lugares, pueden cambiar el mundo”.

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Seguimos caminando… vamos despacio porque vamos lejos

Dedicado a todos/as las que cuidan, los que construyen por el bien común en distintos espacios de participación comunitaria, a los más peques y a los más mayores que se han pasado por el huerto y, por supuesto, a los que lo trabajan a diario con ilusión, creatividad y solidaridad.

 

Marta Jiménez, R3 de Medicina de Familia y Comunitaria en el CS de Potes, Madrid

Bibliografía: (se adjunta pdf)

5 thoughts on “MI DOCTORA «ME QUIERE LLEVAR AL HUERTO»…

  1. gregor dice:

    es cojonudo! ole

  2. susanna dice:

    Gracias por el articulo.
    Lo primero es lo primero, empecemos por el principio. Y el principio de una buena salud es una buena alimentación. TY esta no es posible sin los huertos.

  3. Carolina dice:

    Es un proyecto envidiable. Y sí, podríamos intentar reproducirlo en otros lugares, por ejemplo en Cartuja (Granada). En mi cupo, tengo un puñado de pacientes varones y añosos(además de diabéticos, hipertensosy entrados en peso) que solo vienen 2 0 3 veces al año a verme, para cuestiones puntuales. Su denominador común es que mantienen contacto con sus huertos. Y, en el otro extremo, tengo otros tantos, con las mismas enfermedades, y sus complicaciones, que no hacen nada que les guste, son traídos y llevados a mí y a compañeros/as hospitalarios de todo tipo, que estoy segura se beneficiarían de poder hacer algo relacionado con el cultivo. No será nada de fácil ponerlo en marcha, pero podríamos pensarlo.
    Salud e inconformismo.
    Carolina

  4. Blanca dice:

    Es genial. ¡Gracias por la información!

  5. Esteban dice:

    Es un artículo súper interesante. ¿Tenéis algún proyecto en los CS para estudiar en vuestros ámbitos los beneficios o no de los huertos?

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