8 de agosto de 2015
Año tras año me sorprende cómo nuestra especialidad es ignorada por la que en teoría es la élite de nuestra profesión: los 1000 o 1500 primeros aspirantes a las plazas de MIR. Algunos pensarán que ando a destiempo escribiendo sobre esta cuestión ya que la promoción de este año ya está en nuestros Centros de Salud y Hospitales dando sus primeros pasos, y la siguiente se está horneando, lejos todavía de presentarse al siguiente examen MIR.
Según las estadísticas del MSSSI sobre el MIR del año 2014, prácticamente nadie (0% en la mayoría de las comunidades, 1 o 2% en algunas) de los primeros 1750 aspirantes se decantó por MFyC… Esto me hace pensar que no es una especialidad igual de atractiva que las demás puesto que aquellos que tienen dónde elegir, no la consideran una opción, y me pregunto por qué.
En las Facultades se estudia la Medicina desde el punto de vista Biologicista: fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. Y por ende, subdividida en materias que responden a órganos y sistemas. Somos formados por especialistas para ser especialistas, pero ¡Ojo, que nosotros también lo somos! – ¿Especialistas en qué? – Se preguntan muchos… ¡Ahí está el quid de la cuestión! La Medicina Familiar y Comunitaria no tiene un campo de conocimiento propio en la mayoría de nuestras Facultades. Es la disciplina mayoritaria y a su vez más desconocida. Estoy convencida de que si los estudiantes de Medicina tuvieran el mismo nivel de conocimiento sobre la Medicina de Atención Primaria como lo tienen sobre las otras especialidades, la adjudicación de plazas en el MIR sería bien diferente…
No creáis que siempre tuve claro que quería convertirme en una Médico de Familia, cada asignatura que me gustaba, cada práctica… iba cambiando de opinión desde Neurología, Ginecología… ¡Uff! Hasta que tuve la gran suerte de hacer unas excelentes prácticas en un Centro de Salud, un año antes de presentarme al MIR. Una suerte que no todos mis compañeros de clase corrieron.
Allí me di cuenta de que un Médico de Familia es mucho más que una persona que “sabe un poco de todo”. Son seres con amplísimos conocimientos sobre Epidemiología por ejemplo, son expertos también en Comunicación, y saben mucho sobre Farmacología, o mejor dicho, sobre la Farmaco-industria, entre otras muchas cosas. Están interesados en los aspectos socio-económicos y culturales que condicionan enormemente la vida de las personas, y por tanto, condicionan también su enfermar. Son conocimientos olvidados en las Facultades puesto que se salen del planteamiento Biologicista que antes comentaba. Y todo eso, por supuesto, sin dejar de saber “un poco de todo”, que yo diría que es mucho, puesto que es sabido por todos que en Atención Primaria se resuelve el 90% de la demanda sanitaria, ¡ahí es nada! Pues bien, así es como yo me di cuenta de que sí que existe un campo de conocimiento propio de nuestra especialidad, que nos distingue y nos hace imprescindibles. Me di cuenta también de que para mí sería muy empobrecedor decantarme por una de esas especialidades para olvidarme de todo lo demás. Y hoy es el día, a mitad de camino de mi Residencia, que amo profundamente mi Especialidad, el día que me enorgullece que la gente se refiera a nosotros como “el Médico”, sin más etiquetas, porque es lo que somos, personas que cuidamos de la salud de las personas con todo lo que ello supone. Porque, aunque nos dé rabia que algunos no nos consideren especialistas, a lo mejor, si se empezaran a referir a nosotros como algo parecido a eso (se me ocurre “Primarista”, por ejemplo), perderíamos nuestra razón de ser.
Esta es la razón por la que elegí Medicina Familiar y Comunitaria. Y tú, ¿qué eliges?
Elene Oyarzabal Arbide
R3 de Medicina Familiar y Comunitaria en el C.S. Beraun-Errenteria, OSI Donostialdea.
Olé, olé, olé, Elene! Qué bonito y qué pedazo de médico de familia va a tener tu barrio de adopción
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Un abrazo
Javier Segura,médico salubrista
¡Enhorabuena, Elene!
Terminé la especialidad de Familia hace 28 años y te diría que nunca me he arrepentido. Tienes que saber, como en todas, sus ventajas e inconvenientes. Probablemente es la especialidad más difícil si aspiras a ser una buena y competente profesional. Cierto es que es poco exigente si lo que uno pretende es ser mediocre.
Me entristece, eso sí, que bastantes médicos de familia que se pasan a la gestión se olvidan de sus orígenes y traicionan el espíritu de la AP antes que dimitir de sus cargos. El poder cambia mucho a demasiadas personas.
Un saludo cordial.
Daniel Benítez
Médico de Familia
Gracias por este tipo de escritos.
Soy Laura, estudiante de sexto de medicina y hasta ahora me gustaba todo, cada cosa que hacia (menos las cirugias :D). Hoy en plena rotación de Centro de Salud, me he dado cuenta de que lo que me gusta en realidad es SER MEDICO, medico de las personas, medico de las familias, ser la que la que conoce su enfermedad renal pero también su problema social; la que le cambia la medicación antidiabética oral y en la misma consulta pone remedio a su lumbago.
Después de mi mañana en el CAP, buscando sobre la especialidad, me he encontrado con este escrito, veo que no soy la única que ha tenido estos sentimientos.
Muchas gracias por este escrito,
Laura.
Futura médico de família.